lunes, 9 de mayo de 2011

A TODAS LAS BUENAS MADRES DEL MUNDO - LA DICHA ES BUENA AUNQUE LLEGUE TARDE. LAS QM Y ADMIRO MAS


EL SIGUIENTE ARTÍCULO ES de nuestra red de sociedades científicas medicas venezolanas con mucho amor y cuidado para nuestra salud materna..... y la infantil

un saludo afectuoso para todos..


El día de la Madre
8 de mayo de 2011
Reflexiones sobre la Salud Materna y Neonatal
Retos
La celebración del día de la Madre el 8 de mayo, es motivo justificado para revisar algunos aspectos de la situación de la salud materna y neonatal en Venezuela.
En la mayoría de los países, la mortalidad infantil ha disminuido en las décadas recientes. Sin embargo, la mortalidad materna y neonatal generalmente no ha sufrido similares cambios. En nuestro país en la última década la tasa de mortalidad materna ha aumentado y la neonatal se mantiene estacionada con tendencia a un leve descenso. 330 madres venezolanas perdieron la vida en 2010 y en el mismo período 5.839 niños fallecieron, (12,8%) más que en 2009. (1)
A escala mundial, la mortalidad del neonato abarca casi el 40 por ciento de las 9,7 millones de muertes estimadas de niños menores de cinco años y casi el 60 por ciento de las muertes durante el periodo neonatal. Esto significa que los recién nacidos tienen 500 veces más probabilidades de morir durante el primer día de vida que durante su primer mes. El número absoluto más alto de muertes de recién nacidos ocurre en Asia meridional - India contribuye un cuarto del total mundial -
pero las tasas nacionales más altas de mortalidad neonatal ocurren en el África subsahariana. En Venezuela, más del 70% de la muertes infantiles son en el período neonatal. La Tasa de Mortalidad Neonatal se redujo solo 1,5 puntos entre 2000 y 2006 desde 11,5 por 1.000 Nacidos Vivos Registrados (NVR) a 10,0 por 1.000 NVR (2)
Un factor común en estas muertes es la salud de la madre. El embarazo precoz aumenta los riesgos de morbilidad y mortalidad en las madres y los niños. (3,4) En Venezuela, 24% a 30 % de los embarazos ocurren en adolescentes. (5) Cada año, en el mundo, más de medio millón de mujeres mueren anualmente debido a complicaciones del embarazo y el parto. Los bebés cuyas madres han muerto durante el parto tienen una mayor posibilidad de morir en su primer año que aquellos cuyas madres permanecen vivas. El 99% de los casos de mortalidad materna y de los recién nacidos ocurre en el mundo en desarrollo, donde más de un 50% de las mujeres aún dan a luz sin la asistencia de personal sanitario capacitado. (6) Se trata de una reveladora muestra de la desigualdad en materia de acceso a la atención de la salud de buena calidad. En nuestro país la casi totalidad de los partos son asistidos por personal sanitario, lo que motiva a revisar las causas de la persistencia de cifras elevadas de mortalidad neonatal.
Un 80% de las muertes maternas se debe a causas obstétricas directas, como las hemorragias, las infecciones, los problemas de hipertensión durante el embarazo y las complicaciones de abortos realizados en condiciones insalubres. (6,7) Por cada mujer que muere debido a complicaciones en el parto, otras 20 sufren lesiones, infecciones o discapacidades que son ignoradas o no reciben tratamiento, y que suelen ser causa de dolores crónicos, o de exclusión social y económica de por
vida. (6)
En general, se trata de complicaciones que no pueden ser previstas o prevenidas. Todas las mujeres embarazadas corren riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, el parto y el puerperio. Sin embargo, las mujeres y las familias pueden aprender a evitar los embarazos no planificados, y en caso de que las mujeres queden embarazadas, pueden aprender acerca de la importancia de la atención prenatal, los síntomas y señales de peligro, la planificación de las consultas de emergencia al personal médico y la elección de métodos seguros de parto. Cuando se suscitan problemas pero las pacientes son remitidas a los servicios de salud adecuados, las
complicaciones se pueden tratar en establecimientos sanitarios que cuenten con los equipos, suministros y medicamentos adecuados y personal sanitario suficientemente capacitado.
Venezuela en el año 2.000 asumió el compromiso de alcanzar las metas del milenio de las Naciones Unidas relativos a la salud de la madre y el niño, entre las que se encuentran (8):
• Reducir la tasa de mortalidad infantil en dos terceras partes para 2015.
• Reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes para 2015.
En el primer caso, la mortalidad infantil en menores de 5 años, la meta a alcanzar es de 8,6 por 1000 nacidos vivos registrados. En 2008 la Tasa era de 16,35 por 1.000 NVR.
Mientras que la meta a alcanzar de Tasa de Mortalidad Materna es de 14,73 por 100.000 NVR. En 2009 la tasa era de 61,6 por 100.000 NVR, una cifra inaceptable, superior a la del año 1990, (58,9 por 100.000 NVR). (8)
Los objetivos ofrecen una oportunidad para aunar los esfuerzos por medio de un enfoque concertado que reconoce a la salud como un bien público de la región que debe ser compartido por todos los países y sus habitantes. (9) En Venezuela estamos lejos de alcanzar las metas del milenio en salud. (10)
¿Qué hacer?
La educación, la mejora de la salud y la nutrición de las futuras madres y proveer una Seguridad
Social reproductiva de calidad es fundamental para tratar muchas de las causas subyacentes de la mortalidad infantil.(5,6)
Debido a que casi la mitad de todas las muertes de recién nacidos ocurren en las 24 horas posteriores al parto, y a que casi un 75% de ellas sucede en la primera semana posterior al parto, las estrategias deben concentrarse en la prestación integral y continuada de atención de la salud.
(6)
Se trata de un enfoque que abarca el aumento del acceso a la atención prenatal durante el embarazo, el mejoramiento de la gestión de los partos normales a cargo de personal capacitado, el acceso a la atención obstétrica y neonatal de emergencia en caso necesario, y la atención oportuna de la madre y el recién nacido. Además, de estrechar los vínculos entre los diversos niveles de atención en los establecimientos sanitarios, la prestación integral y continuada de la
atención de la salud se refiere al fortalecimiento de los vínculos entre las comunidades y los establecimientos sanitarios. (5,6)
Es inaceptable el mito de que la única manera de prestar atención a los recién nacidos enfermos consiste en tratarlos en unidades hospitalarias de atención de la salud neonatal de alto costo.
Existen pruebas de que es posible reducir en gran medida la mortalidad y la morbilidad de los recién nacidos mediante la implementación en los establecimientos sanitarios y en los hogares de intervenciones simples y de bajo costo durante el parto y en los días y semanas posteriores al parto, cuando la madre y el hijo están más amenazados. Entre esas prácticas fundamentales figuran secar al recién nacido y cuidar de que no se enfríe, comenzar a amamantarlo tan pronto
como sea posible inmediatamente después del parto y apoyar a la madre para que pueda
amamantar a su hijo de manera exclusiva, prestar atención especial a los niños con bajo peso al nacer y diagnosticar y tratar a tiempo los problemas de salud de los recién nacidos, como la asfixia y la sepsis.
En su mayoría, se trata de prácticas de atención de la salud que las familias pueden realizar por ellas mismas, o con la ayuda de un agente sanitario comunitario. Éste podría participar en el parto cuidando al recién nacido, o visitar a la madre y al hijo en las primeras 24 horas posteriores al parto, además de una o dos veces más durante la primera semana. Ese es un aspecto fundamental debido a que más de un 50% de las muertes de recién nacidos ocurren en el hogar, y a que en muchos países no se hará realidad hasta dentro de muchos años el objetivo a largo plazo de preparar un número suficiente de parteras capacitadas que puedan asistir a los partos. Los
expertos calculan que si se lograra más de un 90% de cobertura de esas intervenciones
fundamentales en las comunidades y los establecimientos de atención de la salud sería posible reducir la tasa de mortalidad neonatal en un 70%. (6)
Durante la última década del siglo XX, UNICEF adoptó un enfoque de la salud materna holístico basado en los derechos. La labor está destinada a realzar el papel de la mujer, prevenir el embarazo precoz, fomentar la educación de las niñas, eliminar prácticas de mutilación /excisión genital femenina y dar apoyo al desarrollo de las aptitudes para la vida de las adolescentes. Los
organismos internacionales de NU respaldan el mejoramiento de la atención de la salud prenatal
(por medio de la vacunación contra el tétanos, la distribución de mosquiteros tratados con
insecticida, el tratamiento preventivo intermitente del recién nacido y la nutrición); la prevención de
la transmisión del VIH y la sífilis de madre a hijo, y lograr el acceso universal al tratamiento
antirretroviral de las embarazadas infectadas con el VIH. Acorde con las necesidades de cada
país, UNICEF también apoya la preparación de parteras capacitadas, los programas de atención
obstétrica de emergencia y, recientemente, diversas iniciativas de mejoramiento de la atención del
recién nacido. (6)
Investigaciones recientes dadas a conocer por Lancet Series (en inglés) sobre la supervivencia de
los niños y niñas (2003), la supervivencia de los recién nacidos (2005) y la supervivencia de las
madres (2006), así como acerca de la salud reproductiva (2006), y el parto prematuro (2008):
Neonatal Survival, 2005Maternal Survival, 2006 Maternal and Child Undernutrition, 2008 Preterm
Birth, 2008
indican que mediante un conjunto de intervenciones de una magnitud acorde con la gravedad del
problema se pueden reducir sustancialmente las tasas de mortalidad materna y de los recién
nacidos. En algunos casos, y en especial cuando se trata de salvar las vidas de las madres, tales
intervenciones deben ponerse en práctica en instalaciones de atención obstétrica de emergencia
básica o integral. Muchas otras, en cambio, y especialmente cuando están dirigidas a la atención
de los recién nacidos, aunque sin excluir a las madres, pueden quedar a cargo de agentes
sanitarios de la comunidad o enfermeras itinerantes.
La Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas, en especial las Sociedades de
Obstetricia y Ginecología y la Sociedad de Puericultura y Pediatría por años han honrado el
compromiso de colaborar con el Gobierno Nacional para prestar asistencia en la elaboración,
desarrollo y ejecución de programas de atención materna y de los recién nacidos basada en el
hogar, que se fundamenten en modelos exitosos de trabajo de los agentes sanitarios comunitarios
o las agrupaciones de mujeres de las comunidades, mientras a la par deben fortalecerse los
establecimientos sanitarios y los enlaces entre las comunidades y los hospitales que prestan
atención de obstétrica. La concreción de esos objetivos puede requerir enfoques diversos cuyas
características dependerán de las necesidades y realidades de cada región del país.
Estas alianzas de trabajo con las organizaciones científicas venezolanas son muy importantes,
deben ser fortalecidas y estimuladas. Es un error del Ejecutivo excluir estas Organizaciones, no
consultarlas y sustituir los programas nacionales de los cuidados de la madre y el niño por
programas dirigidos y ejecutados por organizaciones y gobiernos de otros países como es el caso
de la Misión Niño Jesús creada en diciembre de 2009 bajo la conducción de la Misión Médica
Cubana. Esta situación fue reclamada públicamente en carta dirigida al Sr. Presidente de la
República por varios Ex Ministros de salud el 17 de diciembre de 2009 (11) y el 30 de diciembre de
2010. (12)
Debemos insistir en los enfoques exitosos de educación y prevención de riesgo del embarazo
como los promovidos por UNICEF, uno de los principales integrantes de la Alianza para la Salud
de la Madre, del Recién Nacido y del Niño, y otras organizaciones de las Naciones Unidas, como el
Fondo de Población (La maternidad sin Riesgos, en inglés) y la OMS (Iniciativa encaminada a
reducir los riesgos del embarazo, en inglés).
Desde la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas enviamos a todas las madres en
Venezuela un respetuoso saludo y el compromiso de contribuir con nuestro trabajo para preservar
su salud y la de sus hijos de la RSCMV.

Ana Carvajal, José Félix Oletta López y Saúl Peña.

Referencias
1. Boletín Epidemiológico Semanal No 52, MPPS, 2010.
2. Anuarios de Mortalidad, MPPS, 2000, 2006.
3. Toro Merlo J., Uzcátegui Uzcátegui O.: "Embarazo en la adolescente" – Rodríguez Armas
O., Santiso Gálvez R., Calventi V.: Ginecología, Fertilidad y Salud Reproductiva, FLASOG,
Vol. 1, Cap. 32 – Edit. ATEPROCA, Caracas, Venezuela, 1998.
4. Issler JR. Embarazo en la Adolescencia. Rev. Postgrado Cát. VI Medicina, 11-23, 2001.
http://www.med.unne.edu.ar/revista/revista107/emb_adolescencia.html
5. MPPS, Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, 2010.
6. Estado Mundial de la Infancia, 2009. Salud materna y neonatal. UNICEF.
http://www.unicef.org/spanish/sowc09/report/report.php
7. Faneite, P. Mortalidad materna en la región bolivariana de Latino-américa: área crítica. Rev
Obstet Ginecol Venez, mar. 2008, vol.68, no.1, p.18-24.
8. República Bolivariana de Venezuela. Cumpliendo las Metas del Milenio. 2009. Mayo de
2010. www.gobiernoenlinea.ve
9. Perspectivas de Salud. OPS. Vol 9 No 2. 2004. www.un.org/spanish
/milleniumgoals/
10. Oletta JF, Carvajal A. Metas del Milenio en Salud. Análisis de los Resultados Venezolanos.
31-7-2010. RSCMV. Comisión de Epidemiología. www.rscmv.org.ve
11. Walter C, Oletta López J.F., Orihuela A.R. Pulido P, Bruni Celli B. La "Misión Niño Jesús"
una amenaza para la salud materno infantil en Venezuela¨. Carta Pública al Presidente de
la República. 17 de diciembre de 2009.
12. Bruni Celli B., Oletta López J.F., Orihuela A.R, Pulido P., Walter C. A un año de la Misión
Niño Jesús. Carta Pública al Presidente de la República. 30 de diciembre de 2010.

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