lunes, 29 de julio de 2013

Recomendaciones a los viajeros: cualquier residente de la República Bolivariana de Venezuela que tenga intenciones de viajar a otras regiones del mundo

 SARAMPION – RUBEOLA: viajes y riesgo de importación
Extraído del Boletín Epidemiológico de Sucre. Semana No. 29 del 14 al 20 de julio de 2013

Sarampión, casos reportados, fecha inicio dic 2012-jun 2013.

La Región de las Américas ha encabezado la erradicación y la eliminación de las enfermedades prevenibles mediante vacunación, comenzando con la viruela en 1973, siguiendo con la poliomielitis en 1994 y pasando ahora al sarampión, la rubéola, el síndrome de rubéola congénita y el tétanos neonatal. Los ministros de salud de la Región, durante la 28ª Conferencia Sanitaria Panamericana el 20 de septiembre del 2012, aprobaron un plan de acción de emergencia para mantener a las Américas libres de sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita (SRC).

Aquellos viajeros que no estén vacunados contra el sarampión y la rubéola, están en riesgo de contraer estas enfermedades al visitar países donde existe la circulación continua de estos virus y con un alto riesgo de introducción de los mismos, al retorno a su país. Sarampión, casos reportados, fecha inicio dic 2012-jun 2013. La rubéola es una infección vírica contagiosa, que afecta principalmente a niños y adultos jóvenes. La infección por rubéola en las mujeres embarazadas puede causar la muerte del feto o defectos congénitos en la forma de SRC. Se calcula cada año nacen en el mundo aproximadamente 110.000 niños con síndrome de rubéola congénita que puede ocasionar defectos congénitos graves si se infecta una embarazada, se ha reducido considerablemente con programas de vacunación. El último caso endémico en las Américas se notificó en febrero del 2009.

El sarampión, una de las enfermedades más contagiosas del mundo, y una de las principales causas de defunción de niños pequeños, a pesar de disponer de una vacuna inocua y eficaz en función del costo. La Región de las Américas notificó su último caso endémico de sarampión en noviembre del 2002, ocho años después de hacer un llamamiento para la eliminación del sarampión. Todos los casos posteriores han sido importados o guardado relación con importaciones. Sin embargo, alrededor del mundo, hay todavía cerca de 160.000 defunciones anuales por sarampión, casi todas en países de bajos ingresos con infraestructuras sanitarias débiles.

Ante la proximidad de celebraciones deportivas y culturales que tendrán como sede a países de las Américas, la OPS/OMS recomienda activamente a todos los viajeros desde y hacia los países de las Américas, vacunarse contra el sarampión y la rubéola, para reducir el riesgo de reintroducir los virus de estas dos enfermedades que ya han sido eliminadas de las Américas.


Recomendaciones a los viajeros: cualquier residente de la República Bolivariana de Venezuela que tenga intenciones de viajar a otras regiones del mundo, debe estar protegido contra el sarampión y la rubéola antes de su partida. Durante el viaje y a su retorno, deberá estar atento a los siguientes síntomas: fiebre, erupción, tos o conjuntivitis. Si cree que tiene sarampión o rubéola, deberá hacer lo siguiente: Quedarse donde se hospeda o en el hotel, excepto para ir al médico. No viajar ni ir a lugares públicos. Evitar el contacto cercano con otras personas, por 7 días a partir del comienzo de la erupción.


martes, 23 de julio de 2013

COMUNICADO DE LAS SOCIEDADES MÉDICAS Y CIENTÍFICAS DEL ESTADO MÉRIDA Influenza A (H1N1) pdm 2009

COMUNICADO DE LAS SOCIEDADES MÉDICAS Y CIENTÍFICAS DEL ESTADO MÉRIDA / Influenza A (H1N1) pdm 2009 10 de Junio de 2013

 junio 10, 2013 10 Comentarios »
H1N1-Epidemic624
Los capítulos de Mérida de las Sociedades Venezolana de Microbiología, Neumonología y Cirugía de Tórax, Puericultura y Pediatría, Obstetricia y Ginecología; El Departamento de Microbiología y Parasitología Clínicas de la Facultad de Medicina, La Dirección Médica de CAMIULA, El Secretario de actividades de asuntos gremiales de A.P.U.L.A., cumplen el deber de dirigirse a la comunidad general, médica y científica, así como a las autoridades del Ministerio de Poder Popular para la Salud, con el objeto de fijar nuestra posición en relación a la EPIDEMIA actual causada por el Virus de Influenza A/H1N1pdm 2009.
La Enfermedad Tipo Influenza (ETI) causada por el Virus de Influenza A(H1N1)pdm09 es una forma de infección muy contagiosa, producida por un subtipo viral que ha circulando en Venezuela desde mayo de 2009, durante la primera pandemia mundial ocurrida en ese año. En la fase post-pandémica, este virus ha causado brotes de la enfermedad en forma cíclica (cada 2 años) en nuestro país, afectando todos los grupos poblacionales, con una mayor frecuencia en la edad media de la vida (20 a 50 años) y causando enfermedad pulmonar severa e incluso la muerte en individuos con ciertos factores de riesgo. Durante estos últimos años, se ha mantenido una vigilancia epidemiológica constante de las ETI, se ha adquirido y distribuido la vacunación específica y se aseguró una reserva terapéutica antiviral de apoyo, de acuerdo con los lineamientos y recomendaciones de los expertos mundiales en Influenza, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina Panamericana de Salud (OPS) y el Centro de de Control Enfermedades Infecciosas (CDC) de Atlanta, EE.UU.
Actualmente, desde la semana epidemiológica número 17 del año 2013 (21 al 27 de Abril, 2013), se confirmaron casos de infección por el Virus de Influenza A(H1N1)pdm09 en el estado Mérida, con extensión amplia a 20 entidades federales del país para la semana epidemiológica número 21 (19 al 25 de Mayo) .
Para entender el comportamiento de la Epidemia Actual, resaltamos que:
1. Una vez declarada la finalización de la pandemia en el 2010, éste virus continuó circulando en Venezuela en la fase post-pandémica, comportándose como un virus tipo estacional. Este comportamiento era de esperarse como ha ocurrido en muchos otros países.
2. De acuerdo al Boletín Epidemiológico de la Semana Nº21 del Ministerio para el Poder Popular para la Salud (MPPS), el número de casos se multiplicó aceleradamente. Desde el 01de enero hasta el 25 de Mayo 2013 (SE01- SE21) se observó que del total de muestras estudiadas en los laboratorios especializados del país que resultaron positivas a virus respiratorios, el 84,19% correspondió a Influenza A(H1N1)pdm09, evidenciándose la co-circulación en un 7,4% de Influenza A(H3N2, Estacional) y otros virus respiratorios.
3. De acuerdo al boletín de la semana epidemiológica Nº21, las entidades federales con mayor número de casos reportados de Enfermedad Tipo Influenza (ETI) fueron: Mérida (677 casos), Distrito Capital (126 casos), Táchira (110 casos), Zulia (95 casos) y Lara (75 casos).
4. Los grupos de población más afectados son menores de 49 años, con incremento en el grupo etario de menores de 5 años. Tanto la población masculina como la femenina están siendo afectadas, observándose una susceptibilidad particular en las mujeres embarazadas. La enfermedad y sus formas graves está afectando a personas con y sin factores de riesgo, en adultos de edad media de la vida. Los primeros casos fueron detectados como un brote Intrahospitalario entre personal de salud de una Institución Privada de la ciudad de Mérida.
5. Para este año no se ha publicado oficialmente el número de fallecidos, sin embargo en el Estado Mérida el número de fallecidos triplicó los ocurridos en el año 2011. Entre los otros Estados que han reportado fatalidades se encuentran Zulia, Aragua, Lara, Táchira, Anzoátegui, Distrito Capital y Bolívar.
6. Debido a la capacidad alta de derivaciones y renovaciones antigénicas (mutaciones) del Virus de Influenza y a la baja cobertura de la vacunación específica contra los tres tipos virales contenidos en la misma, era esperable la ocurrencia de una nueva epidemia causada por virus de influenza A/H1N1pdm 09.
7. Según las investigaciones a nivel mundial, se conoce que el virus de Influenza A/H1N1pdm09, causa formas graves de la enfermedad, en poblaciones susceptibles, tales como: niños menores de 5 anos, mayoes de 65 anos, personas con enfermedades crónicas, tales como pulmonares (incluyendo asma), cardiovasculares (excepto hipertensión arterial sola), renales, hepáticas, hematológicas, desórdenes metabólicos (incluyendo diabetes mellitus), neurológicos y del neurodesarrollo (cerebrales, cordón espinal, nervios periféricos, musculares, epilepsias, ACV, discapacidades mentales, distrofia muscular, lesión de cordón medular), inmunosupresión: incluyendo las causadas por medicamentos, o por VIH; mujeres embarazadas o en postpartum (dentro de las 2 semanas subsiguientes); personas menores de 18 años con terapia de largo plazo con aspirina; grupos étnicos venezolanos; obesidad mórbida; residentes de hogares de cuidado diario (ancianatos o de enfermedades crónicas).


Considerando que el MPPS, a través del Viceministerio de Redes de Salud Colectiva y la Dirección de Vigilancia Epidemiológica Nacional publicaron una versión de las Guías de Manejo Clínico de Influenza, 2013 (VSC. version 3.0, Mayo 2013), donde se encuentran excluidos completamente el uso de terapia de soporte con drogas antivirales específicas en los casos de ETI, en especial en aquellos casos con co-morbilidad y/o infección respiratoria aguda grave, contrarias a las recomendaciones y lineamientos Venezolanos e Internacionales, las Sociedades Médicas, Científicas y Departamentos de Salud anteriormente mencionados, consideramos que:
1) Las autoridades de salud del estado y del país deben aceptar y expresar públicamente y en forma inequívoca que estamos en presencia de una EPIDEMIA por el Virus de la Influenza A/H1N1pdm09 y no ante un “simple brote de Influenza Estacional”, por lo tanto se deben tomar las medidas y acciones que amerita el caso.
2) Mejorar la campaña de difusión de información acerca de las medidas de prevención, la cual debe ser objetiva, veraz, continua, masiva y permanente a través de los diferentes medios de comunicación.
3) La Vacunación sigue siendo la medida más efectiva y segura para proteger las personas que pertenecen a los grupos de alto riesgo, y al personal de salud expuesto por razones ocupacionales aun cuando el brote epidémico está en desarrollo. La vacuna específica anti-influenza triple no es sustituible por otras estrategias de control y profilaxis que solo la complementan. La vacunación deberá ser aplicada anualmente y sugerimos dar fiel cumplimiento al Programa Ampliado de Inmunizaciones para toda la población.
4) Se debe evitar concentración de personas en actos públicos. En los centros educativos debe mantenerse de manera obligatoria la activación del “Filtro Escolar” y realizar labores de desinfección del establecimiento cuando se confirman casos de Influenza A.
5) Los diferentes niveles de atención (I y II), consultas y salas de emergencia deben contar con atención médica continua y los insumos necesarios para la atención y manejo de los casos, supervisando la operatividad regularmente.
6) El uso de fármacos antivirales, inhibidores de la neuraminidasa viral, están recomendados por los expertos en Influenza y lineamientos internacionales (OMS, OPS y CDC), y deben ser administrados en todos los casos sospechosos o confirmados de infección por Virus de Influenza A/H1N1pdm09 que posean alguno de los factores de alto riesgo y en casos con infección respiratoria aguda grave con o sin factores de alto riesgo. Adicionalmente, a juicio Clínico, basado en la severidad de la enfermedad, progresión, edad, condiciones médicas de base, tiempo desde el inicio de los síntomas, entre otros. El antiviral debe indicarse tan pronto se inicie el cuadro clínico (dentro de las primeras 48 hrs).
7) La EPIDEMIA DE INFLUENZA A/H1N1pdm09 NO ES UNA SIMPLE GRIPE. Sus complicaciones son severas y es imposible determinar qué paciente se va a complicar. Por lo tanto, exhortamos a las autoridades de salud competentes a tomar en cuenta estas recomendaciones que han surgido del consenso de médicos especialistas con alta formación académica y experiencia reconocida en la epidemia y brotes anteriores, preocupados por la salud de todos los merideños, en particular y venezolanos, en general.
Dra. Maury BRACHO
Presidente Sociedad Venezolana de Neumonología y Cirugía de Tórax. Capítulo Mérida
Dra. Beatriz QUINTERO
Presidente Sociedad Venezolana de Microbiología. Capítulo Mérida
Dr. Luis Molina
Presidente Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría. Capítulo Mérida
Dra. Lelis QUINTERO
Presidente de la Seccional Sur-Occidental de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela.
Dr. Luis TÉLLEZ
Jefe del Departamento de Microbiología y Parasitología Clínicas de la Facultad de Medicina. Universidad de Los Andes
Dr. José Andrés MENDOZA
Jefe del Laboratorio de Microbiología Y Salud Pública del Estado Mérida. Fac. de Medicina. Universidad de Los Andes
Dr. Virgilio CASTILLO
Secretario de asuntos gremiales de la APULA
Dr. Adan COLINA
Subdirector Médico CAMIULA

martes, 16 de julio de 2013

Declaración sobre la actual epidemia de influenza A(H1N1)pdm09 que afecta a Venezuela

Quienes suscribimos, profesionales de la salud en el ejercicio de cargos de autoridades universitarias y de decanatos de universidades nacionales; presidente y expresidentes de la Academia Nacional de Medicina; exministros de Salud; presidente y demás miembros de la Junta Directiva, y expresidentes de la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela y otros médicos infectólogos y epidemiólogos, en cumplimiento de la Ley Orgánica de la Academia Nacional de Medicina, de la Ley de Universidades, y de la Ley de Ejercicio de la Medicina, que en sus artículos dos, en el caso de las dos primeras, y 25 de la última, rezan, así: “La Academia Nacional de Medicina se ocupará en todo lo relativo al estudio de las Ciencias Biológicas y en especial de la Patología e Higiene Nacionales, asuntos en que puede actuar como cuerpo consultor” , “Las Universidades son Instituciones al servicio de la Nación y a ellas corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales”, y “Sin perjuicio de lo que establezcan las disposiciones legales vigentes, los profesionales que ejerzan la medicina están obligados a:1. Prestar su colaboración a las autoridades en caso de epidemias, desastres y otras emergencias; suministrar oportunamente los datos o informaciones que por su condición de funcionarios o de médicos, de acuerdo con disposiciones legales, les sean requeridos por las autoridades.”, respectivamente; acordamos fijar posición sobre la actual epidemia de influenza A(H1N1)pdm09 que afecta a nuestro país.


No hay duda que las autoridades de salud del país han olvidado que “La meta primordial para la comunicación de emergencias de salud es comunicarse con la gente de tal forma que se fomente, mantenga o recupere la confianza en las autoridades de salud”. Desde el comienzo de la epidemia actual de influenza A(H1N1)pdm09, la ministra del Poder Popular para la Salud se negó a aceptar que estábamos en presencia de una epidemia, a desestimar la importancia de la vacunación y a proporcionar información insuficiente de lo que venía ocurriendo, bajo su tristemente célebre frase “el problema no es el número de casos o el número de muertes, no es el parte diario numérico el problema, el asunto es cómo hacemos para informar a la gente adecuadamente sobre las medidas que deben tomar para prevenir la influenza. [..] Yo no voy a decir los números". Llegando al extremo de afirmar: "Los medicamentos indicados contra la AH1N1 son: ninguno".
La realidad, sin embargo, no pudo ser ocultada, la ministra y la viceministra de Redes de Salud Colectiva, pasaron por alto que en este mundo interconectado, es imposible ocultar al público la información sobre, el avance de la epidemia, el número insuficiente de vacunados y el de pacientes que han ameritado atención médica; ¿cuántos de estos
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pacientes debieron ser hospitalizados, y cuántos murieron?; ¿ Cuál fue la razón real del cambio en la Guía de Manejo Clínico de Influenza (GMCI), vigente para la fecha , por otra elaborada por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), el 29 de mayo del presente año?, tres semanas después de iniciada la epidemia; según ésta, a los pacientes diagnosticados como casos sospechosos o confirmados de AH1N1 que ameritan hospitalización, no se les administrarán antivirales inhibidores de la Neuraminidasa como el oseltamivir. Esta decisión, sin fundamento científico basado en evidencias y que contraviene las recomendaciones de la OPS-OMS, de otros expertos internacionales y de las conductas propiciadas y actualizadas por todos los ministerios de salud a nivel mundial, estuvo precedida por declaraciones de la ministra de salud, ampliamente difundidas en los medios de comunicación del país, donde señalaba, “No hay indicación del uso de medicamento antiviral”. ¿Porqué no se le informo al país y en particular a los profesionales médicos que laboran en los establecimientos de atención médica del sector público y privado de un segundo cambio en la GMCI , fechada quince días después del primero, donde, se restituye, en las pautas de tratamiento para pacientes diagnosticados como casos sospechosos o confirmados de AH1N1 que ameritan hospitalización, “Iniciar tratamiento antiviral”. ¿Cuál tratamiento antiviral, cuando no existe disponibilidad en el país?
Más temprano que tarde, el país se enteró de lo que estaba ocurriendo, lamentablemente no por boca de las autoridades de salud; si ellas hubiesen anunciado,- lo antes posible, lo que se avecinaba, por no haber adquirido el MPPS, oportunamente, el número de dosis necesarias de vacunas contra la influenza, para proteger a los grupos de riesgo; no haber cumplido con la cobertura de vacunación de la población objetivo; ni de haber adquirido la cantidad suficiente de virocult para recolectar las muestras; y los antivirales indicados para los enfermos que lo ameritaran; y sobre todo por no haber alertado oportunamente las consecuencias del grave error cometido de eliminar el uso de medicamentos antivirales, tal como se indicó en la GMCI del 29 de mayo-, la situación sería otra, porque hubiese permitido adoptar medidas que disminuyeran la alta letalidad que la epidemia ha causado. Está claro que el MPPS no fomentó la confianza en la población y hasta el presente no ha intentado recuperarla, por el contrario, sus actuaciones, entre ellas, la eliminación del uso de antivirales en las pautas oficiales de tratamiento a pacientes hospitalizados, y su posterior rectificación, ocurrido de manera oculta, poco transparente, han provocado el reclamo y las advertencias de calificados profesionales de la salud.
A pesar de esta conducta negadora de la epidemia, en ocho semanas, desde la semana epidemiológica N° 18, hasta la semana epidemiológica N° 26 se han confirmado en todo el país, 2.300 casos de influenza A (H1N1)pdm09, del total acumulado de 2.322 casos confirmados en 2013. Una cantidad 387 veces mayor si se compara con el período similar de 2012 cuando se reportó que ocurrieron solo 6 casos confirmados. Así mismo, cerca de 500 personas con infección respiratoria aguda grave han sido hospitalizadas semanalmente en el mismo período mencionado de ocho semanas.
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Los funcionarios no pueden declarar sobre el tema. En algunos estados los médicos que trabajan en establecimientos de atención médica de las redes públicas de salud, han sido conminados a guardar silencio; se les ha prohibido opinar sobre el problema. La razón es simple, a entender de las autoridades del MPPS, la epidemia de influenza no existe. No hay epidemia. Divulgarla podría sembrar “desestabilización del régimen”, una confabulación de intereses para dañar al Gobierno. O simplemente hay que acatar la orden de silencio, conducta omitiva y negligente, consciente o no, ante un hecho que ha rebasado la capacidad de anticipación y respuesta del Gobierno Nacional.
Mientras tanto, la epidemia de influenza A(H1N1)pdm09 cobra víctimas en todo el territorio nacional, se ha diseminado ampliamente; unas 88 personas han fallecido y la causa básica es la influenza, pero las cifras no son importantes, como ha enfatizado la ministra del Poder Popular para la Salud públicamente. Todo lo que hay que hacer es lavarse las manos y taparse la boca al toser o estornudar. Ya en la historia de la insensibilidad y la falta de compromiso humano, otros se lavaron las manos.
Como si fuera poco, la medida de prevención más importante para atenuar el impacto de la epidemia: la inmunización, no se aplicó oportunamente y en cantidades suficientes. Ahora no hay vacunas; la mayoría de las embarazadas, de los pacientes pertenecientes a los grupos de riesgo, susceptibles de padecer las formas graves de la enfermedad están desprotegidos. ¿Qué decir de los trabajadores de la salud que en su gran mayoría no han sido vacunados y que están expuestos al riesgo de enfermar por razones ocupacionales?. Precisamente fueron enfermeras de un centro de salud en Mérida los primeros afectados por esta nueva epidemia de influenza. Parece que esto no es importante para las autoridades de la salud, cuando por el contrario puede tener un impacto grande sobre el funcionamiento de los establecimientos de atención médica. Como lo ha anunciado el MPPS, no se vacunará a los millones de personas que aún restan por vacunar en este momento. No se harán siquiera trámites para conocer la existencia y disponibilidad de vacunas en otros países del Hemisferio Sur, no se consultó a la OPS para adquirir en forma extraordinaria las vacunas mediante el Fondo Rotatorio. La solución del problema actual, será diferida hasta el fin de año, en octubre, se adquirirán las vacunas que necesitamos ahora y que comenzarán a aplicarse a finales de 2013 o comienzos de 2014. Se vacunará extemporáneamente, cuando la epidemia haya culminado lo que resulta un absurdo. Ministra, la vacunación debe ser ahora. No tiene sentido alguno esperar 6 meses.
Se comprende, que si no hay un problema de salud pública como intentan convencernos, las autoridades del MPPS, qué propósito tiene informar al público, sensibilizarlos y comunicarles continua y completamente sobre el curso de los acontecimientos, ¿para qué reforzar conductas saludables?, en consecuencia, muy poco se ha implementado para orientarles, con mensajes educativos a gran escala, mediante el poderoso sistema de propaganda y medios públicos, de cómo prevenir la enfermedad, de ayudarles a identificar los síntomas de alerta, informarles cuándo asistir al médico. En resumen, no hay que hacer campaña de información y educación para evitar enfermarse.
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Y ¿qué haremos con los pacientes graves que deben ser atendidos en los hospitales? ¿Encontrarán los servicios bien dotados, el personal suficientemente entrenado y capacitado, con información actualizada sobre las conductas médicas y la terapéutica?, ¿Dispone el personal de equipos de protección personal para evitar el contagio?, ¿Tiene conocimiento de las modificaciones de las GMCI del MPPS?, ¿Dispone el MPPS de la cantidad suficiente de antivirales para atender la modificación realizada, el 13 de junio del 2013, a la GMCI?,¿ Los medicamentos antivirales que el MPPS ha distribuido a los establecimientos hospitalarios de las redes públicas de salud, tienen Registro Sanitario en Venezuela?, ¿Se han asimilado las lecciones aprendidas de la pandemia de 2009?. La respuesta es no.
La negación reiterada del problema, así como la deficiente información, educación, promoción de conductas saludables, de la participación responsable de la sociedad, del uso oportuno y suficiente de vacunas, de la eliminación durante un período de la epidemia del empleo de antivirales para incidir sobre los casos más graves, son decisiones erradas que nos privan de los recursos más importantes de la ciencia y la tecnología del siglo XXI para combatir la epidemia y desafortunadamente nos condena a padecerla, como si esta falsificación de la realidad nos ubicara irremediablemente en el escenario de principios del siglo XX, cuando ocurrió la pandemia de 1918 y poco podía ofrecérsele a los afectados, más allá de la conmiseración, el aliento y la solidaridad.
Ministra, ante la gravedad de lo que ha venido ocurriendo y la pasividad con que ha actuado el MPPS, le hacemos un llamado a reflexionar, usted le debe muchas explicaciones al país. Para recuperar la confianza y la credibilidad de la población, su mensaje deberá reconocer errores, ordenar una investigación sobre hechos que se desprenden de esta Declaración con la mayor transparencia que la situación amerita, deslastrándose de opacidades e intereses políticos. Tenga presente, sin embargo, que “la transparencia, por sí misma, no garantiza la confianza”•, y que la principal meta de salud pública en este momento es controlar la epidemia cuanto antes, eficientemente, con el menor sufrimiento y trastorno social posible; conciliando el esfuerzo de toda la población, respetando y atendiendo la opinión de las organizaciones académicas, científicas y profesionales.
A fin de cuentas, su obligación es garantizar el derecho a la salud y el derecho de acceso a la información sobre asuntos de extremo interés público como lo es una epidemia.
Caracas, 15 de julio de 2013.
Dr. Nicolás Bianco Colmenares, Vicerrector Académico de la Universidad Central de Venezuela
Dr. Ulises Rojas S., Vicerrector Académico de la Universidad de Carabobo
Dr. José Corado, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Carabobo
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Dr. Rafael Muci-Mendoza, Presidente de la Academia Nacional de Medicina
Dr. Antonio Clemente Heimerdinger, Ex Presidente de la Academia Nacional de Medicina
Dr. José Félix Oletta, Ex Ministro de Sanidad y Asistencia Social
Dr. Rafael Orihuela, Ex Ministro de Sanidad y Asistencia Social
Dr. Pablo Pulido, Ex Ministro de Sanidad y Asistencia Social
Dr. Carlos Walter, Ex Ministro de Sanidad y Asistencia Social
Dra. María Yanez, Presidente de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas
Dra. Trina Navas, Ex Presidente de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas
Dr. Saúl O. Peña, Ex Presidente de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas
Dr. Enrique López Loyo, Ex Presidente de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas
Dr. José Ramón Medina Bereciartu, Ex Presidente de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas
Dra. Ana C. Carvajal, Médico Infectóloga y Ex Miembro de la Comisión de Epidemiología de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas.
Dr. Julio Castro M., Médico Infectólogo.
Dr. Oswaldo Godoy, Médico Epidemiólogo.
Dr. Andrés Barreto, Médico Epidemiólogo