Por nuestro querido amigo Fedór Vilacha
Que en Paz descanse...
Apoyo a su familia en estos momentos difíciles.
Gracias por su muestra de Esperanza y Fé en el futuro de la juventud venezolana.
Salud,
Alejandro Rísquez
"Están matando a nuestros hijos por el odio que hay en las calles"
La UCV decretó dos días de duelo por el crimen del estudiante de Medicina
Familiares y allegados del joven Fedor Alejandro Vilachá lo acompañaron en el velatorio (Fernando Sánchez)
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Las autoridades de la Universidad Central de Venezuela (UCV) se reunieron en el salón de sesiones del Consejo Universitario con los padres del estudiante asesinado Fedor Alejandro Vilachá para mostrarle sus condolencias por el trágico suceso, mientras que los colegas del infortunado alumno dejaban de asistir a clases por segundo día consecutivo.
La rectora de la UCV, Cecilia García Arocha, ofreció sus condolencias al doctor y profesor de posgrado Fedor Vilachá y a la señora Mercedes Tovar de Vilachá. El Consejo Universitario además acordó decretar dos días de duelo en la casa de estudios. El estudiante de cuarto año de Medicina fue ultimado a la una de la madrugada del martes cuando intentaba huir de unos delincuentes que pretendían despojarlo de un vehículo Peugeot en la autopista Francisco Fajardo, frente a la urbanización Terrazas del Ávila.
El infortunado estudiante de 23 años colisionó y volteó su vehículo, pero los delincuentes lo alcanzaron y una vez en el piso, casi moribundo, le dispararon en la cabeza. Durante el sepelio, el ataúd permaneció sellado.
"Están matando a nuestros hijos por tanto odio que hay en las calles y nadie hace nada", dijo la acongojada madre sentada frente a la urna de su hijo menor. La hija mayor ya se graduó de médico.
"El país se nos fue de las manos, se nos está desmoronando, vivimos en un estado de guerra no oficial. Yo veo que cada día matan a tantos inocentes como mi hijo", dijo la señora Tovar de Vilachá.
Admitió que debido al estado de inseguridad se sentía preocupada cada vez que sus hijos salían a la calle. "Cuando salen de noche no duermes, pero la vida de un hijo ahora vale menos que un par de zapatos, un teléfono y cualquier otra cosa".
Recordó que su hijo acostumbrada llegar temprano a su casa aunque la residencia de su novia, también estudiante universitaria, estuviera ubicada al otro extremo de la ciudad.
"Ellos tenían un grupo muy unido en el edificio y allí permanecían para evitar salir a la calle", dijo. Los compañeros de estudio del infortunado joven acudieron al sepelio.
A la novia de Fedor le vendaron su brazo derecho tras resultar golpeada en el volcamiento. Se salvó de correr la misma suerte porque simuló estar muerta.
Gustavo Rodríguez
EL UNIVERSAL
CARACAS, jueves 03 de diciembre, 2009
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