martes, 5 de mayo de 2009

Gas naranja afecta a los nervios



El alcance de los gases en manifestaciones es difícil de controlar, porque puede afectar a más personas de las que se intenta apaciguar (Cortesia)

CARACAS, martes 05 de mayo, 2009
EL UNIVERSAL

De la marcha de los trabajadores del pasado fin de semana en Caracas, se desprendió una alerta preocupante: el supuesto uso de gas naranja, por parte de los cuerpos de seguridad, para dispersar a un grupo de manifestantes.

Lo que escapa de toda duda es que este químico es capaz de causar daños serios, irreversibles y a largo plazo. Sistemas como el nervioso, el inmunitario y hasta el reproductivo pueden sufrir severos daños, como consecuencia del principio activo del gas naranja: la tetraclorodibenzodioxina, un compuesto químicamente muy estable, difícil de biodegradar y que puede permanecer por largo tiempo en los tejidos orgánicos.

El compuesto principal presente en el gas naranja, el 2,4,5-T, no es otra cosa que un plaguicida que era aprovechado para la explotación forestal y en agricultura para acabar con la maleza, y fue vetado a escala mundial por el Convenio de Róterdam -documento internacional del cual Venezuela es firmante- que busca proteger al ambiente y la salud humana a través de prohibición del uso y comercio de ciertos plaguicidas y productos químicos peligrosos.

De acuerdo con Alejandro Rísquez, epidemiólogo, los gases lacrimógenos en general son substancias químicas utilizadas, en la mayoría de los casos, por los órganos de seguridad ciudadana para el control de multitudes. Destaca que se han identificado más de quince gases y entre los más comunes están los clorobencilidenemalononitrilo, disponible en forma de envase o granada; los cloroacetofenona, vendidos en envase o aerosol y el pimiento, hecho con pimientos de ají picante mezclado con un vehículo de aceite de maíz. "Los proponentes de estas armas químicas refieren que, usadas correctamente, sus efectos nocivos son transitorios y no dejan secuelas" dice Rísquez, pero advierte que "la exposición es difícil de controlar y es indiscriminada. No sólo afecta a los manifestantes que se intentan controlar sino también al resto de la población que se encuentre en los alrededores".

Explica el epidemiólgo que cuando se detona al aire libre una granada de alguno de estos gases se genera una nube de 6 a 9 metros de diámetro, concentrándose una mayor densidad en el centro de hasta 5.000 miligramos por metro cúbico (mg/m3). Las concentraciones son mucho más elevadas en espacios cerrados y potencialmente fatales por arriba de 50.000 mg/m3 en un 50% de los casos".

Lamenta el galeno que "la información toxicológica disponible sea deficiente en cuanto a los potenciales daños pulmonares, carcinogénicos, reproductivos y genéticos de largo plazo". Añade que, por ejemplo, "inhalaciones intensas de clorobencilidenemalononitrilo han demostrado su capacidad de producir neumonitis química y congestión pulmonar fatal. También se han registrado casos de insuficiencia cardiaca, daño hepatocelular y muerte en adultos. Algunos de los agentes del clorobencilidenemalononitrilo son potencialmente tóxicos a nivel genético".



Daniel Ricardo Hernández

No hay comentarios: