sábado, 21 de febrero de 2009

La salud se arriesga en vacaciones


Salud
La salud se arriesga en vacaciones
Deshidratación, conjuntivitis, dengue y quemaduras son percances comunes

Giuliana Chiappe
EL UNIVERSALCARACAS, viernes 20 de febrero, 2009


Entre 30 y 50% de las familias con niños sufren algún tipo de percance en vacaciones. Medidas básicas de prevención pueden disminuir el peligro


Nadie quiere sufrir un percance en vacaciones. Sin embargo, los problemas surgen más de lo que se cree.

Según un estudio dirigido por Alejandro Rísquez, médico pediatra e infectólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela, entre 30 y 50% de las familias con niños registran algún incidente durante vacaciones. El asueto de Carnaval no es la excepción.

La exposición al sol, a climas muy calientes y hábitats de insectos, la ingesta de comidas, agua y hielo de higiene no garantizada y el descuido en la limpieza personal, además de los peligros que implica viajar por carretera, son las principales causas de los percances vacacionales más numerosos. Los especialistas dicen cómo prevenirlos.

1.- Por la boca. Los más conscientes siempre están pendientes de beber agua mineral o al menos embotellada de manera fiable. Pero suelen ser menos escrupulosos con el hielo y los jugos naturales que ingieren y que, igual que el agua mal procesada, pueden estar llenos de bacterias.

El médico Alejandro Rísquez explica que uno de los problemas de salud más frecuentes en vacaciones es la diarrea causada por bacterias y la intoxicación provocada por alimentos preparados con escasa salubridad. "Es frecuente que hambrientos viajeros se detengan en cualquier tarantín y devoren lo que haya. Antes deberían fijarse que el sitio cumpla con cierta higiene, que preserve los alimentos en lugar adecuado y libre de insectos y que, si se va a pedir un jugo natural, se observe si cuenta con una fuente de agua potable", explica.

2.- Por los ojos. La enfermedad de la vista más común en vacaciones en la playa o selva es la conjuntivitis infecciosa. La doctora Deodá González, de la Clínica Oftalmológica González Sirit, explica que esto ocurre porque "generalmente no existe buena higiene de las manos (con la que luego se tocan los ojos) y la mayoría de los ríos y playas está contaminada". Los usuarios de lentes de contacto blandos son aun más susceptibles de contraer esta infección, si los utilizan dentro de piscinas, playas o ríos.

Otro problema son las heridas o laceraciones en la córnea, la conjuntiva y otras partes oculares. En consulta, cuenta la oftalmóloga, se continúa atendiendo lesionados por impacto de bombas de agua y huevos congelados o lanzados desde mucha altura. No es una leyenda urbana que estos "juegos" provoquen la pérdida del ojo: "Las heridas así producidas suelen ser muy graves y ponen en riesgo la visión. Más de un niño ha perdido un ojo por esto".

3.- Por la piel. Dos cosas son tan prioritarias como el traje de baño: el protector solar y el repelente de insectos. Las lesiones provocadas por excesiva exposición al sol causan desde quemaduras de segundo grado que ameritan atención hospitalaria inmediata hasta carcinomas generados por el impacto acumulado de rayos ultravioleta.

Además de las molestias que causan las picaduras o de problemas más graves si se trata de animales venenosos, el contacto con insectos implica un segundo peligro: contagiarse de enfermedades que se transmiten a través de mosquitos y zancudos. Rísquez advierte que en playa y montes hay que tener cuidado con el dengue y, en la selva, con la malaria.

"Quienes van de excursión a llanos y selvas deben vestir, a pesar del calor, pantalón largo y camisa de algodón manga larga. Eso los protege de insectos, raspones y quemaduras del sol".

Estar al día con el esquema de vacunación también es importante. Dice Rísquez que todas las personas deben aplicarse el toxoide tetánico cada diez años, y renovar sus inmunizaciones contra la lechina, la trivalente viral y la de fiebre amarilla. Más información sobre vacunas en www.vacuven.com.ve

4.- En todo el cuerpo. La deshidratación es otro de los riesgos vacacionales latentes en sitios de mucho calor como la playa y los llanos. Rísquez advierte que suele atacar a niños y ancianos.

Para prevenirlo es fundamental llevar siempre consigo agua o soluciones hidratantes, y beber un trago de vez en cuando, y algunos bocadillos, pues la deshidratación también puede ser causada por falta de alimentos.

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